Negociaciones colectivas

La CLATE se reunió a fin de enero en Santiago de Chile y elaboró un documento con las principales reivindicaciones del sindicalismo estatal de América Latina. Fuerte presencia de ATE

Durante la reunión del Comité Directivo de la Confederación Latinoamericana de Trabajadores Estatales (CLATE) que se realizó en Santiago de Chile la semana pasada, se elaboró un documento en el que se fijaron los puntos principales de las reivindicaciones del sindicalismo estatal latinoamericano.

Dicho documento fue entregado a la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (CELAC) en el marco de la cumbre en la que la República de Chile traspasó a Cuba la presidencia pro témpore de ese organismo.
El Secretario General del Consejo Directivo Nacional de ATE y Presidente de la CLATE, Julio Fuentes, participó también, acompañado por dirigentes sindicales de todo el continente, de la “Cumbre de los Pueblos de América Latina, el Caribe y Europa por la justicia social, la solidaridad internacional y la soberanía de los pueblos”.

A continuación el texto del documento entregado por la CLATE a la CELAC:

«A las señoras Presidentas y los señores Presidentes de los países miembro de la COMUNIDAD DE ESTADOS DE AMERICA LATINA Y EL CARIBE

La Confederación Latinoamericana de Trabajadores Estatales – CLATE- fue fundada hace 46 años y nuclea a Sindicatos de trabajadores/as públicos/as en toda América Latina y el Caribe. Hoy, con representación en 19 países y 23 organizaciones afiliadas, constituye una herramienta unitaria, pluralista y autónoma que tiene entre sus objetivos principales la defensa de los derechos de los/as trabajadores/as servidores/as y/o funcionarios/as públicos/as bajo el principio de la Justicia Social como eje rector de un Estado al servicio del pueblo.

En esa misión, estamos desarrollando diferentes iniciativas frente a los distintos gobiernos de la Región con el propósito de lograr el cumplimiento efectivo de los convenios 151 y 154 de la Organización Internacional del Trabajo (OIT). Así, el Convenio 151 establece el derecho a la organización y negociación colectiva de los/as trabajadores/as de la función pública y a su vez el 154 trata del incentivo a la negociación colectiva.

Libertad sindical y negociación colectiva están en el eje de nuestras acciones dado que, en la mayoría de los países de las Américas, y no obstante las recomendaciones de la OIT, muchos/as trabajadores y trabajadoras se ven impedidos de formar sindicatos y firmar colectivamente sus contratos de trabajo.

Es muy importante destacar aquí que, pese a las dificultades que encontramos para la aplicación de los convenios mencionados, en los todavía minoritarios casos en que se han puesto en vigencia se han podido verificar rápidamente las ventajas que implican tanto para los/as trabajadores/as como para los estados empleadores: políticas de ingreso más justo y democrático, reformas escalafonarias, ascensos basados en la idoneidad, anteposición de antecedentes y concursos públicos, capacitación profesional, clara definición de misiones y funciones y un sinnúmero mas de medidas que contribuyen no solo a la dignificación y jerarquización del empleo público sino también a mejorar en mucho la eficiencia de los propios Estados.

La CLATE ve con satisfacción y sobre todo con esperanza los cambios que se están operando en algunos países de la Región no solo en lo que tiene que ver con el abandono paulatino del deslegitimado paradigma neoliberal sino también con la calidad de las democracias y la integración de nuestros países. Sin perjuicio de lo antedicho expresamos nuestra alerta por los ataques y las amenazas desestabilizadoras contra los procesos de construcción democrática en varios países de la región, como así también por el avance de acuerdos de libre comercio que atentan contra los procesos de integración.

Asimismo manifestamos la preocupación por la existencia de grandes debes en lo que respecta a la participación de las organizaciones sindicales en los procesos de integración mencionados.

Los/as trabajadores/as nos sentimos parte de estos procesos porque hemos sido principales protagonistas en las luchas contra las dictaduras que, a sangre y fuego, generaron las bases para que muchos gobiernos de la región en la década de los 80 y 90 implementaran las políticas neoliberales que tanta tragedia pobreza exclusión y marginación produjeron en nuestros pueblos.

Precisamente por ello es que reivindicamos nuestro derecho a ser parte también de la construcción de nuevos estados que convirtiéndose en motores del desarrollo productivo garanticen la justicia social, la soberanía política y la independencia económica poniendo especial énfasis en una mayor y mas profunda distribución de la riqueza, todo ello atendiendo a la protección del medio ambiente y los recursos naturales. En ese sentido, creemos que es necesaria la habilitación de nuevos espacios de participación y debate que enriquezcan y consoliden las democracias que tanto costó conseguir.

Esta Confederación continuará defendiendo los intereses de los/as trabajadores/as estatales y respaldando a las Organizaciones que la integran frente al natural conflicto de intereses con el Estado empleador porque ello es parte principal de su razón de ser y mandato fundacional de nuestros pioneros, pero vemos con preocupación los avances en la judicialización de la protesta social y, lo que resulta más grave todavía, la calificación como actos terroristas de los legítimos reclamos de las organizaciones populares.

Por todo ello, reiteramos que creemos imprescindible la habilitación de canales de diálogo y participación que permitan efectivizar el aporte de nuestra experiencia colectiva en la construcción de ese Nuevo Estado que, como antes señalábamos, debe ser eficaz y estar al servicio del pueblo y las grandes mayorías con una perspectiva de integración latinoamericana y caribeña, reemplazando definitivamente al neoliberal que aun subyace en casi toda nuestra región con su secuela de privatizaciones y entrega del patrimonio nacional, inestabilidad laboral, precarización del empleo público y el sufrimiento de la clase trabajadora frente a los cientos de miles de despidos y la anulación o recorte de derechos que han constado décadas de lucha.

En ese convencimiento, quedamos a disposición de las señoras Presidentas y los señores Presidentes haciéndoles llegar nuestro respetuoso saludo».

 

(ATE: 29.01.2013)

 

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