Corea del Sur : Los Trabajadores de Samsung en huelga triunfal Pese al clima de represión

lastrally_samsunghq_seoul_2_spip-39802Tras 41 días de huelga, el 28 de junio de 2014 los trabajadores de Samsung Electronics Service llegaron a un acuerdo provisional con la dirección respecto a una serie de cuestiones que incluyen los salarios, las condiciones laborales y la sindicalización.

Los trabajadores se han estado manifestando desde el 19 de mayo de 2014 por todo el país, inclusive frente a la sede central de Samsung Electronics en Seúl y frente a la residencia del supuesto aspirante a Director General, Lee Jae-yong, para protestar contra lo que ellos califican de represión de las actividades sindicales por parte de Samsung, y contra “un mortífero número de horas de trabajo y unas condiciones laborales infrahumanas, mientras nuestros salarios siguen disminuyendo”, según la explicación que aparece en los folletos sindicales distribuidos durante las manifestaciones.

<p>Sindicalistas reunidos frente a la sede de Samsung Electronics en Seúl, el 30 de junio de 2014, para iniciar el funeral por la muerte del trabajador de Samsung Yeom Ho-seok.</p>
Sindicalistas reunidos frente a la sede de Samsung Electronics en Seúl, el 30 de junio de 2014, para iniciar el funeral por la muerte del trabajador de Samsung Yeom Ho-seok.

(Photo/KMWU)
La huelga empezó después de que Yeom Ho-seok, de 34 años, se quitara la vida el 17 de mayo en el interior de un coche en Jeongdongjin, un pequeño pueblo costero situado al este de Corea del Sur.

Antes de suicidarse, el líder sindical Yeom dejó una carta en la que decía: “Me sacrifico porque no soporto seguir siendo testigo del sacrificio y el dolor que sufren los demás, ni de la difícil situación en la que se encuentran los compañeros sindicalistas.”

El pulso mantenido entre el sindicato y la dirección empeoró radicalmente el 18 de mayo de 2014, cuando el cadáver de Yeom – que en su carta había solicitado que sus restos fueran “incinerados y esparcidos aquí [en el lugar de su muerte] el día de la victoria” – fue sacado a la fuerza por 300 policías, pese al consentimiento expreso por escrito de ambos padres de otorgar al sindicato la custodia del cuerpo, según ha indicado un representante sindical.

La policía afirma, no obstante, haber enviado sólo 80 agentes al lugar de los hechos. Y se negaron a indicar los fundamentos jurídicos de la participación.

La muerte de Yeom es la tercera que se produce desde que los trabajadores se agruparon el año pasado en la sectorial de Samsung Electronics Service del Korean Metal Workers’ Union (KMWU).
La causa de la primera muerte fue agotamiento, mientras que la segunda se produjo también por suicidio cometido a modo de protesta.

Desde la creación del sindicato, los trabajadores se han quejado de la intensa represión sistemática que ejerce la corporación, la cual, como parte del Samsung Group, aporta el 24% del PIB de Corea del Sur.

Acusan a la empresa de haber cerrado tres centros de servicios sindicalizados y de prohibir trabajar a los sindicalistas.

Los trabajadores, que realizan reparaciones post venta de la amplia gama de artículos que la empresa ofrece a sus clientes, sostienen que Samsung Electronics utiliza diversas compañías subcontratadas para cubrir su área de servicios, Samsung Electronics Service, con el fin de evadir toda responsabilidad legal en lo que a salarios y bienestar de los trabajadores respecta.

 

“Una lucha histórica”

Chong Hyewon, Director Ejecutivo del Departamento Internacional del KMWU, que representa a los trabajadores que están llevando a cabo las protestas, ha acogido con satisfacción el acuerdo alcanzado.

“Esta lucha es histórica por tratarse de la primera vez que un sindicato organizado en masa por los trabajadores de Samsung alcanza un acuerdo marco negociado colectivamente para obtener reconocimiento sindical y unas condiciones laborales decentes en Samsung, provocando una fisura en la política corporativa “no sindical” de Samsung instaurada hace 76 años.”

Pero uno de los portavoces de Samsung Electronics sostiene que las empresas de subcontratación externa – o “colaboradoras” – emplean a los manifestantes a pesar de que llevan el uniforme de Samsung durante las horas de trabajo y son enviados por los centros de atención al cliente de Samsung Electronics Service.

En su comunicado de prensa relativo al acuerdo, Samsung Electronics Service confirmó el punto de vista de la empresa en cuanto a los trabajadores como empleados de empresas terceras, diciendo que “celebra la agilización de acuerdos entre las empresas colaboradoras y el sindicato”.

Pero tal y como lo explica el Dr. Jamie Doucette, Catedrático de Geografía Humana en la Universidad de Manchester y experto en democratización y mano de obra surcoreana, la negativa de Samsung a reconocerse como el empleador de los trabajadores sindicalizados responde a una práctica corporativa corriente en Corea del Sur.
En un correo electrónico enviado a Equal Times, Doucette escribió: “Sindicatos internacionales, como la Federación Internacional de Trabajadores de las Industrias Metalúrgicas, han presionado a Corea para que elimine el uso de la subcontratación temporal y ‘disfrazada’: una situación en la que los contratos se utilizan para disimular unas relaciones de empleo directas y donde los trabajadores ven denegados sus derechos a la negociación colectiva.”

El acuerdo del 28 de junio, alcanzado oficialmente entre el KMWU y las empresas subcontratistas de Samsung Electronics Service, prometía inicialmente el apoyo de la dirección para el desempeño de las actividades sindicales, y un salario básico de 1.200 USD para cada trabajador de servicio.

Era la segunda vez en los últimos meses que Samsung Electronics se convertía en el foco de atención debido a sus problemas con los trabajadores.

El 14 de mayo 2014, apenas tres días antes de la muerte de Yeom, la empresa presentó disculpas oficiales por la prevalencia de la leucemia entre los trabajadores de su fábrica de semiconductores, después de haberse pasado siete años negando cualquier connivencia.

Las disculpas fueron presentadas después de que una película de producción independiente, titulada Another Family (Otra familia, también conocida como Another Promise, Otra promesa), causara sensación en Corea del Sur a principios de este año. La película trata sobre la denuncia de una familia cuya hija había trabajado en la fábrica de semiconductores de Samsung y había muerto posteriormente de leucemia.

 

Clima de represión

El final del conflicto en Samsung Electronics Service es una buena y extraordinaria noticia para los sindicatos del país, donde el clima de represión contra los trabajadores se está intensificando.

Numerosos comentaristas y organizaciones de la sociedad civil, entre ellos el grupo Abogados para una Sociedad Democrática (MINBYUN), han planteado diversas cuestiones acerca de la función que los trabajadores temporales inadecuadamente formados y la laxa normativa estatal desempeñaron en el trágico hundimiento del ferry surcoreano Sewol el 16 de abril de 2014, en el que fallecieron 293 personas a bordo.

No obstante, el actual Gobierno se ha mantenido constantemente del lado de los principales conglomerados del país (denominados chaebol) en lo concerniente a las cuestiones laborales, y ha adoptado hasta el momento una firme postura antisindical, oponiéndose a ampliar la reglamentación y los derechos de los trabajadores, lo cual garantizaría una mejor seguridad al público y a los trabajadores por igual.
El 10 de marzo pasado, la Presidenta Park Geun-hye declaró: “Las reglamentaciones innecesarias debemos considerarlas como un enemigo, semejante a un cáncer que nos sigue destruyendo el cuerpo; y una vez haya sido activamente extirpado gracias a nuestros esfuerzos, podremos lograr la innovación económica.”

Un gran número de sindicatos destacados, entre ellos el Korean Railway Workers’ Union (KRWU), la Korean Confederation of Trade Unions (KCTU) y el Korean Government Employees’ Union (KGEU) anunció un paro laboral de media jornada y la organización de una manifestación en el centro de Seúl en respuesta a la anulación de su registro, llevada a cabo por el Gobierno, por el hecho de permitir que nueve docentes despedidos mantuvieran su afiliación sindical.

Por su parte, el Ministerio de Educación y la policía prometieron una “severa respuesta” a todas las acciones de los docentes, así como entablar acciones judiciales contra los docentes que expresen públicamente su oposición a la Presidenta o al Gobierno.

Mientras tanto, el 28 de junio de 2014, el Korean Health and Medical Workers’ Union (KHMU), el Korean Public and Social Services and Transportation Workers’ Union (KPTU), la KCTU y la National Farmers’ Confederation organizaron grandes concentraciones en el centro de Seúl para protestar (de diversas maneras) contra la apertura del mercado nacional del arroz a empresas extranjeras, contra el plan del Gobierno de privatizar el sistema sanitario nacional, y contra la continua represión que ejerce el Estado contra los sindicatos.

Hwang Hyeon-su, Director Internacional del KTU, está convencido de que los actuales ataques dirigidos contra los sindicatos se fundamentan en motivos ideológicos.

“Los prejuicios contra el KTU constituyen un problema que se originó durante el mandato del anterior Presidente, Lee Myung-bak, que llenó su gabinete de conservadores, y se ha intensificado con la llegada de Park Geun-hye, que se ha rodeado de conservadores extremistas de la época de su padre [el General Park Chung-hee]”, afirma.

Chong, del KMWU, expresó igualmente sus reservas en cuanto al futuro de los sindicatos y los derechos laborales bajo el mandato de la actual presidenta, que “representa un conservadurismo realmente radical y fundamentalmente antisindical.”

Añadió: “Esto es, en definitiva, volver a los tiempos de la dictadura, cuando el Estado reprimía los derechos sindicales y perseguía a los sindicatos por motivos políticos.

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