La revolución silenciosa y estoica boliviana

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por -Nicolas Honigesz-

Evo Morales asume su primer mandato en el 2006 con el 53% de los votos y ese mismo año obtiene con su fuerza política 137 de 255 diputados, en el 2008 frente a los intentos desestabilizadores ratifica su mandato en un Referéndum revocatorio para decidir la permanencia del Presidente Evo Morales y el Vicepresidente Alvaro Garcia Linares y ocho de los nueve prefectos departamentales. El Presidente Morales fue ratificado en su cargo al obtener el 67.43% de votos a su favor. Que no solo logro ratificar su mandato sino que dio la posibilidad de profundizar lo que se venia gestando silenciosamente para el resto del mundo pero no para las 36 naciones etno – lingüísticas que comenzaban a romper mas de 500 años de conquista colonial y saqueo, y daba origen a uno de los procesos revolucionarios democraticos mas importantes de la historia de nuestra America.

El 12 de Octubre de este año Evo Morales vuelve a ratificar por tercera vez su mandato presidencial y obtiene el 61% de los votos. Bolivia es uno de los países de mayor riqueza del mundo en plata, estaño, hierro, cobre, zinc tungsteno, manganeso. El salar de Uyuni representa la mayor reserva de potasio y litio del mundo, considerada esta ultima como la energía del futuro. Pero su mayor ingreso hoy lo constituye el sector de los hidrocarburos, con la segunda mayor reserva de gas natural del America del Sur, y petróleo en menor cantidad.

Bolivia sostuvo un crecimiento sostenido con una tasa promedio del 5% anual, el porcentaje mas elevado de America latina en la ultima década. con una inflación moderada al 6% y una balanza equilibrada que permitió un superávit de 2,6% en el 2014. Las reservas internacionales en divisas de Bolivia, con respecto al PIB, alcanzaron el 47%, situando a este país, por primera vez, a la cabeza de América Latina, muy por delante de Brasil, México o Argentina.

Evo Morales es el primer presidente indígena de toda la región. Nacido en una pequeña aldea del altiplano boliviano. El y su familia subsistían en condiciones de extrema pobreza, con los pocos recursos que extraían de las labores agrícolas y ganaderas, en una vivienda de adobe y paja. Realizo sus estudios secundarios en Oruro trabando de albañil, panadero y trompetista. Años mas tarde con su familia escaparon de la precariedad y la miseria con rumbo a Cochabamba y buscaron oficio en labores de arroceros y luego como cocaleros donde comenzó su actividad como sindicalista y mas tarde a la política partidaria. pero siempre encabezando grandes luchas contra el saqueo e injusticias hacia su pueblo.

La revolución silenciosa y estoica boliviana rompió todo prejuicio y el “Indio” da lecciones de como administrar un estado o mejor dicho de refundar un nuevo estado plurinacional. Mientras que en la región los gobiernos “progresistas” o para quienes actualmente ganan elecciones desde posiciones populares o progresistas se disputan como un equilibrista en la disyuntiva de convertir a sus gobiernos en herramientas para impulsar procesos populares revolucionarios con cambios estructurales o limitarse a hacer un “buen gobierno” conservador y o re-frite de la mejor versión de las democracias burguesas; mientras Bolivia se convierte en un estado con sujeto.

Bolivia a partir del 2006 nacionalizo los sectores estratégicos de hidrocarburos, minería, electricidad y recursos ambientales, con su excedente que siempre estuvo en manos y control de capital extranjero reinvirtio en industria y en espacios generadores de empleo (transporte, manufactura, vivienda, desarrollo urbano etc..) y puso en marcho políticas publicas para reducir la pobreza y redistribuir en los sectores mas vulnerables de la población. De esta forma un millón de bolivianos salieron de la pobreza, la deuda pública que representaba el 80% de PIB hoy es del 33% y una tasa de desempleo del 3,2% la mas baja de America Latina.

Sin embrago por mas alentadores y favorables que sean las estadísticas existe una diferencia sustancial y esencial con el resto de los países “progresista” de la región que han sido consecuentes con la dinamica del mercado interno inyectando sistemáticamente recursos, con su afan de redistribuidor Pero existen viejas verdades que afloran, y que representan como un presagio de una muerte anunciada, Sin democratización real de la riqueza, todo aumento del consumo popular tiene un techo; el consumo sostenido y creciente de necesidades innecesarias es tan tan ilusorio como el de una bicicleta de piñón fijo. Se podría decir también que sin una tendencia a socializar los medios de producción no hay chances de disputarle el poder a las clases dominantes; y que las asimetrías distributivas que impone la estructura social solo se recuestan en las capacidades o incapacidades del propio Estado; lo que lo convierte en: Un estado sin sujeto. ¿Alcanza?. El Estado es apenas una herramienta, medular, pero herramienta. Puede emplearse con la esperanza de recuperar un “capitalismo de bienestar”, sin poner en cuestión el contenido y el papel de clase del Estado, ni las bases jurídicas que configuran su institucionalidad. O puede convertirse –articulado con la participación popular‑, en un instrumento político para impulsar cambios revolucionarios, apostando a transformar las bases, el carácter, los contenidos y el papel social de dicha institución como sucede en Bolivia.

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