Constitucionalismo latinoamericano

El español Rubén Martínez Dalmau, asesor de las asambleas constituyentes de Bolivia, Ecuador y Venezuela, visitó la sede de la Central de Trabajadores de la Argentina y se entrevistó con el secretario de Relaciones Internacionales, Adolfo Aguirre.

El español Rubén Martínez Dalmau, asesor de las asambleas constituyentes de Bolivia, Ecuador y Venezuela, visitó la sede de la Central de Trabajadores de la Argentina y se entrevistó con el secretario de Relaciones Internacionales, Adolfo Aguirre.

En la sede nacional de la Central de Trabajadores de la Argentina (CTA) el secretario de Relaciones Internacionales, recibió al profesor de Derecho Constitucional de la Universidad de Valencia, Rubén Martínez Dalmau, quien es un especialista en la temática de procesos constituyentes.

Además es responsable de investigación de la Fundación Centro de Estudios Políticos y Sociales (CEPS) (http://www.ceps.es), una organización política no partidaria que desde hace más de una década provee consultoría política, jurídica y económica a fuerzas y gobiernos progresistas en América Latina. Los aportes más destacados han sido en los procesos constituyentes de Venzuela, Ecuador y Bolivia.

Luego del intercambio con integrantes del área internacionales de la central obrera, Martínez Dalmau fue entrevistado por la agencia ACTA, en donde tocó varios tópicos de la realidad actual, con especial énfasis en los cambios que se han producido en América Latina en los últimos años.

“Tenemos que entender que hablamos de cambios constitucionales, y no de reformas constitucionales, que son continuistas y allí ha jugado el liberalismo conservador; el cambio es transformador”. Por eso en América latina es un cambio radical porque se da sobre condiciones de desigualdad terribles”, sostuvo.

Martínez Dalmau afirmó que el constitucionalismo “es un nuevo paradigma exitoso” y que “el poder constituyente es intrínsecamente progresista , es emancipador, y siempre permitirá un avance para la población”.

A continuación reproducimos algunos de los puntos más salientes de la entrevista con uno de os máximos especialistas del derecho constitucional.

Nueva izquierda en América Latina: “No es, en su sentido más amplio, rupturista, es continuista, plantea dentro de la reforma del Estado un Estados social. Es verdad que una parte de esa nueva izquierda se ha despegado y ha planteado elementos rupturistas democráticos, plantea el retorno a la capacidad emancipadora del poder constituyente para beneficio de los diferentes países, ahí se desprenden países como Colombia (aunque el gobierno no lo sea) -porque todo el entramado que rodea a la Constituyente de 1991 era progresista-, Venezuela, Ecuador, Bolivia; luego hay otros países que incluímos en el concepto de nueva izquierda reformista como Nicaragua y el resto que no hay emprendido la vía constituyente. Entonces hay un izquierda que utiliza el poder constituyente como emancipación y una izquierda más relegada, como el caso de Uruguay”.

Nueva izquierda constituyente: “Son muchas las novedades que trae: primero, la erradicación del poder constituyente constituido, es decir, la capacidad de reforma de la Constitución por parte del parlamento, este ya no puede hacerla, sino que debe ser el pueblo quien lo haga; segundo, la profundización democrática, la incorporación de los referéndum aprobatorios para los tratados internacionales, o los revocatorios de mandato; tercero, el reinvento de la constituciones económicas, en las neoliberales era un pequeño capítulo que impedía que hubiera cambios transformadores”.

El caso hondureño: “El intento del (ex presidente Manuel) Zelaya es el de una nueva izquierda fallida, que fue objeto de un golpe de Estado que lo expulsa del país y coloca a Honduras en una dinámica de autoritarismo terrible que no lleva a ningún sitio porque el regreso de Zelaya al país ha pasado por la condición de que se logre llegar a un proceso constituyente real”.

La llegada de Ollanta Humala al gobierno en Perú: “La batalla de la izquierda para ganar Perú ha durado mucho tiempo y ha tenido que vencer obstáculos terribles, el propio establishment peruano, los grupos pro sistema; Perú era una de las asignaturas que quedaba pendiente en el mapa geopolítico de América latina. Hoy en día la CAN (Comunidad Andina de Naciones) tiene una mayoría progresista con Bolivia, Perú y Ecuador. La victoria de la derecha peruana de Keiko Fujimori hubiese representado una derrota no solo para la democracia peruana, si no una derrota de la región. Ollanta no llegó solo a la presidencia, no existe una mayoría de izquierda en Perú, pero si existe una mayoría que tiene claro que entre un movimiento que trae vientos izquierdistas y el fujimorismo la opción era clara. La Constitución actual, de 1993, adolece de dos problemas: primero, es ilegítima porque fue redactada por el fujimorismo a través de un sistema fraudulento de asamblea constituyente; segundo, impide hacer cambios transformadores en el país, tiene un capítulo económico terrible, el Estado es subsidiario a la economía privada. Por eso Ollanta juró el 28 julio sobre la Constitucion de 1979, la de Haya de la Torre, una de las mas democráticas en América latina”.

Argentina y lo que dejó el 2001: “En 2001 estaban dadas las condiciones para plantear una Asamblea Constituyente, si no se produjo fue por falta de madurez de aquellos que propusieron cambios o porque no había un convencimiento del pueblo argentino de que un cambio constitucional era posible. Yo comparo mucho ese momento con lo que está pasando en Europa ahora, el caso español, que el movimiento social ignore el cambio constituyente es un fallo de los líderes que no son capaces de colocar sobre el tapete la idea y de las propias bases que son incapaces de entender que solo un profundo cambio constitucional puede sentar las bases de un cambio más intenso”.

La gran esperanza: “América Latina es la gran esperanza blanca, si aquí se falla, en el resto del mundo apaguemos la luz. El futuro no está en Europa. Yo creo que en Argentina, Brasil y Uruguay, en Centroamérica la Constituyente va a llegar. Argentina lo que tiene es mucho poder en los movimiento sociales, y esa fuerza es vital”.

 

(Mariano Vázquez, 14.09.2011)

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